GUIA
"Los Ejercicios Espirituales son un regalo de Dios mediante la lucha de Ignacio por liberarse de los males internos y así poder hacer la Voluntad de Dios llevando una vida activa en el amor"
Esta semana lucharemos, al igual que Ignacio, por ser sinceros en esas áreas de nuestra existencia que no tienen vida, que están enfermas y que necesitan del toque sanador de Jesús.
Ya hemos conocido a Jesús más íntimamente, ahora reflexionemos en el amor que Dios nos tiene en Jesus para llegar a entender un amor sanador. Penetremos más profundamente en el corazón de este hombre
para todos, que no tiene reservas al amar.
No se trata de contemplar el poder divino de Jesús
ni de cómo Él rehabilitó los cuerpos o las vidas de un buen número de personas
durante sus tres años sobre la Tierra, sino de conocer más a fondo otro aspecto de la identidad de Jesús.
Jesús puede sanar porque el amor sana.
Mientras más completo sea el amor, más profunda será la sanación. No tiene miedo de tocarnos, de movernos profundamente. Su corazón está lleno de compasión. Jesús puede sufrir con quienes sufren, a un nivel tal, que llega a las raíces del dolor de quienes ama. Jesús ama tan profundamente que puede entender y amar la parálisis que causa la parálisis, la ceguera que causa la ceguera, la lepra que se manifiesta como lepra. Jesús sana abrazando. Jesús abraza el quebranto interno que se presenta como intocable, rígido u oculto entre las tinieblas de la negación. Jesús puede amar a la persona total hasta sanarla, precisamente porque ama a la persona total en medio de su quebrantamiento. Con un amor tan grande, Jesús el amante puede decir, “¡Levántate y camina!”, o “¡Abre los ojos y ve!”.
Mientras más completo sea el amor, más profunda será la sanación. No tiene miedo de tocarnos, de movernos profundamente. Su corazón está lleno de compasión. Jesús puede sufrir con quienes sufren, a un nivel tal, que llega a las raíces del dolor de quienes ama. Jesús ama tan profundamente que puede entender y amar la parálisis que causa la parálisis, la ceguera que causa la ceguera, la lepra que se manifiesta como lepra. Jesús sana abrazando. Jesús abraza el quebranto interno que se presenta como intocable, rígido u oculto entre las tinieblas de la negación. Jesús puede amar a la persona total hasta sanarla, precisamente porque ama a la persona total en medio de su quebrantamiento. Con un amor tan grande, Jesús el amante puede decir, “¡Levántate y camina!”, o “¡Abre los ojos y ve!”.
Esta semana vamos a dejarnos fascinar por la manera de amar de Jesús; ver el significado del amor así como maneras
concretas de sentirnos atraídos por el amor de Jesús. La atracción nos lleva al deseo de la cercanía, desearemos cada vez más imitar a Jesús.
Jesús nos sana para liberar los corazones y que
puedan dar gloria a Dios, para luego estar más atentos al movimiento de Dios en
los corazones que están libres para dar el sí a la entrega en el servicio a los
demás. Cuando somos amados y sanados nuestras
vidas dejan de pertenecernos. Hemos sido reorientados. Ahora vivimos para
los demás; y de manera precisa: con Jesús para los demás.
transformar nuestra decisión – de
hecho, para transformar la manera en que tomamos nuestras decisiones más
fundamentales y cotidianas.
El bienestar físico no es el signo definitivo de la
presencia amorosa de Dios, la Voluntad de Dios, tal y como queda expresada en la
vida y las palabras de Jesús, consiste en lo siguiente: “He venido para que
tengan vida plena”. El ser sanado físicamente es un signo de liberación de una
vida incompleta.
Jesús trae la vida en Sí mismo, para el mundo y para que cada uno de nosotros entienda su misión en este mundo. La Voluntad de Dios no es una aguja en un pajar donde pasamos la vida en una búsqueda continua. Su voluntad es amarnos y llevarnos hacia la plenitud de la vida, y que confiemos en lo que fielmente decidimos hacer.
Jesús trae la vida en Sí mismo, para el mundo y para que cada uno de nosotros entienda su misión en este mundo. La Voluntad de Dios no es una aguja en un pajar donde pasamos la vida en una búsqueda continua. Su voluntad es amarnos y llevarnos hacia la plenitud de la vida, y que confiemos en lo que fielmente decidimos hacer.
Jesus te "libera de..” y "libera para..”
Jesus te "sana de..” y "sana para...”
Jesus te libera de la ceguera. El te libera para que seas su luz siendo testigo de la verdad.
Jesus te libera del miedo. El te libera para que puedas ser libre al imitarlo.
Jesus te libera de la envidia. El te libera para que seas mas agradecido.
Jesus te sana de tus enfermedades. El te sana para que confies en El.
La voluntad de Dios es que cada uno de nosotros sea sanado de no creer en el amor que Dios siente por nosotros y por este mundo. Nuestra ceguera, nuestra parálisis, nuestra sordera, nuestra muerte, son acogidas por Cristo, quien elimina nuestras "excusas" que una vez nos limitaron y nos definieron. Jesús ha sido enviado a tocarnos para luego enviarnos a abrazar este mundo torcido.
Al
orar esta semana, lo haremos con las muchas peticiones de aquellos que estaban
tan necesitados de Su sanación. Rezaremos con los muchos llamados que Él nos
hace para que salgamos, para que salgamos al mundo que nos rodea.
EJERCICIOS
Querido
Jesús, siento con gran fuerza el poder de Tu amor y de Tu sanación. Te observo
desde mi lugar entre la multitud y veo como tocas y amas a tantas personas,
curando y sanando, la bondad y la calidez de Tu voz me atraen y me invitan a pedir que me toques y me sanes. Se que ya no estoy entre la multitud, sino que
estamos solos.
Me miras y me escuchas con toda atención cuando Te pido: Señor,
tienes el poder de sanarme si ésa es Tu voluntad. Tu capacidad de sanación y Tu amor por mí son completos
siempre y HOY quiero aceptarlos. Siento el calor de Tu mano que me toca, sanando
mis quebrantos, amando mis flaquezas e invitándome a amar mis imperfecciones.
Ahora
siento cómo me inunda Tu amor sanador. Siento Tu fuerza donde no tengo fuerza
alguna, y siento Tu valentía donde no la tengo. Acompáñame, Ayúdame a sanar mi incredulidad. Ayúdame a
entender que mi quebranto muchas veces es una decisión que tomo,
Por
favor, queridísimo amigo y hermano Jesús. Sáname de las muchas maneras en que
no puedo amar y aceptar a los demás. Sáname de las muchas heridas del pasado,
cuyas cicatrices limitan mi capacidad de amar a los demás. Enséñame cómo puedo
acompañarte, muy cerca de Ti, sanando y curando con el amor que recibo de ti, enséñame cómo el poder de Tu amor puede permitirme perdonar a
aquellos que Tú tanto amas. Gracias por Tu compañía para ayudarme a perdonar y a perdonarme. Gracias por las muchas maneras en que me amas y me sanas.
~~~~~~~~ O ~~~~~~~~~
Esta semana escucha, observa y experimenta los sentimientos que te llegan. Graba las escenas del Evangelio de cada día en tu imaginación, para dejar que la sanación sea el lente a través del cual observas a las personas y las circunstancias de tu vida cotidiana, experimenta la liberación que se te ofrece.
¿Quiénes están enfermos o paralizados o son disfuncionales o ciegos o rechazados por los demás?¿Qué trastorno externo o infección interna necesita un abrazo de amor profundo?¿Cómo nos hacemos más conscientes del amor de Jesús en las escenas reales de nuestra vida?
Lucas 5:17-28 CLIC BIBLIA
Día 4
Lucas 13:10-17 CLIC BIBLIA
Día 5
Lucas 18:35-43 CLIC BIBLIA
Día 6
REPETICION
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Lucas 13:10-17 CLIC BIBLIA
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Lucas 18:35-43 CLIC BIBLIA
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REPETICION
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