Semana 6


GUIA

Sinceridad, arrepentimiento humilde, y profunda gratitud, son las gracias que deseamos para esta semana. ¿Qué medios concretos podemos utilizar para abrirnos a recibir dichas gracias de Nuestro Señor, quien tanto desea dárnoslas? Primeramente, sería importante revisar las sugerencias de la semana pasada, en lo referente a ciertas precauciones para quienes hacen estos ejercicios .
La semana pasada revisamos los archivos de nuestros pecados, a la luz del amor que Dios nos tiene. Esta semana nos tomaremos el tiempo para investigar los patrones de nuestras tendencias al pecado, a fin de que podamos entender el amor y los deseos de Dios para con nosotros.
Durante toda esta semana, aumentemos la intensidad de nuestro deseo de recibir la ayuda de Dios. Cuando se acerca el momento de someterme a una cirugía crítica, pido a todos mis allegados que recen por mí. Así esta semana puedo invocar a mis seres queridos que ya fallecieron, para pedirles que intercedan por mí ante Dios y así poder tener una comprensión instintiva de mi tendencia al pecado. Puedo sentir sus intenciones por mi libertad. Podría pasar unos momentos con María, Madre de Nuestro Señor y Madre nuestra , y pedirle que interceda por mí. Seguramente sentiré su presencia y su ayuda. Luego, puedo dirigirme directamente a Jesús, mostrándole mi gratitud por las gracias ya recibidas en este retiro y rogándole a Dios, Nuestro Padre y Creador que me conceda la gracia de poder ver los pecados que hay en mi vida y que me conceda poder aceptar plenamente la libertad que se me ofrece.
Si uno de los pecados de hace unos años me viene a la mente, ésta es la semana durante la cual puedo descubrir toda la gracia que se me ofrece. La tentación me dice que es algo que hice en el pasado; que ya pasó; lo confesé; fui perdonado; y no debo seguir pensando en eso, porque no volverá a suceder. ¿Para qué seguir pensando en viejas penas? Puedo pedir la capacidad de entender el patrón o los patrones que llevan al pecado. Quizás pueda descubrir que el corazón de este pecado no era el sexo, por ejemplo, sino un escape de mí mismo, de la soledad o del dolor que estaba sintiendo. Quizás reciba la gracia de poder ver, en esta exploración de la fe, que mi pecado más grave fue no haber recurrido al Señor en los momentos de necesidad; no comprendí, y  ni siquiera escuché lo que la gracia me pudo haber proporcionado en ese momento. Cuando estoy atribulado, hago algo para llenar el vacío, para escapar del dolor, para ocultar el error, para mediatizar aquí y allá. Quizás pueda ver un patrón en mi rechazo a aceptar la cruz de mi vida – morir para mí mismo – porque no he aceptado la profundidad de la libertad que se me ofrece con la muerte del Señor en la cruz, para mi salvación. Y lo que puede llevarme a esta certeza es el deseo de conocer el inmenso abrazo de amor que se me ofrece cuando todo está abierto a la luz del amor de Dios.
Durante toda esta semana, con cada descubrimiento, será importante seguir uniendo los puntos para formar una imagen de mí mismo, amado por Dios. De vez en cuando, si penetro profundamente en los patrones de mi conducta, descubriré una imagen de mí mismo que es complicada, a menudo inconsistente, muy desordenada, muy poco atractiva hasta para mí mismo. Me sentiré sobrecogido por el misterio de cómo Dios puede amar a alguien que ha sido un sirviente tan irresponsable, alguien que tiene un corazón tan dividido. Es aquí donde Dios se revela. Es precisamente aquí donde descubrimos quienes somos, y es aquí donde descubrimos nuestra necesidad de un Salvador. 

 El orgullo no deja mirarnos con sinceridad y puede impedirnos mirar nuestra realidad del pecado.

No evites esta semana por temor a que sea “negativa”. Te perderías de una tremenda gracia. Una manera de evaluar los frutos del retiro en esta semana es preguntar si estoy creciendo en mi experiencia del amor de Dios, en el sentido de gratitud por ese amor, en el sentido de mi persona como pecador amado. El enfoque no será sobre nosotros, sino sobre Aquél que desea llenar nuestros inquietos corazones.
 Esta semana oramos personalmente con Jesús, quien sale al encuentro de aquellas personas que son lo suficientemente sinceras como para admitir sus enfermedades, sus impedimentos y sus heridas. Antes de que Jesús se reúna con esas personas para sanarlas, deben encontrarse humildemente consigo mismas. Tienen que encarar la verdad de su propia condición personal. Al rezar sobre nuestros pecados y los patrones que nos hacen ser impersonales,  nosotros, como el Hijo Pródigo, debemos primero recuperar el sentido y regresar a nuestra esencia. Jesús sale al encuentro de quienes primero se han encontrado consigo mismos. La verdadera libertad bien vale el tiempo que toma estar sentados a los pies de Jesús para ser consolados en medio de nuestro desconsuelo.

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EL TEMA PARA REFLEXIONAR ESTA SEMANA ES
PORQUE NECESITAMOS SER SALVADOS
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EJERCICIOS

LA GRACIA DE ESTA SEMANA
Que pueda tener conciencia clara de mi propia oscuridad y la necesitad que tengo de redención.
Oración
SENOR  Ayúdame a vivir una experiencia de tu amor misericordioso que no tiene límites. Permíteme  conocer con mayor profundidad mi propia realidad mientras me bañas con tu perdón para que pueda experimentar la gracia de la SALVACION.
(Pidamos a Dios Liberarnos del orgullo que nos lleva a pretender lo que no somos mostrando una imagen falsa de mi mismo )

Dia 1
Podemos imaginar a Pablo en su desesperación al no entender sus propias acciones e identificarnos con él, tomando como nuestras sus palabras: “Hago  lo que no quiero y dejo de hacer lo  que quiero”.
¿Hay algún área de pecado o de tendencias desordenadas o compulsivas que al parecer me dominan? O que tengo dificultad en entregarle a Dios?
¿Puedo ahora entregar esa área de mi vida al Señor sabiendo que Su Gracia me es suficiente?¿Puedo manifestar deseos sinceros de rendirme ante mi impotencia? ¿Puedo pedirle a Dios que redima la oscuridad dentro de mí? 
Es importante reconocer que nada puedo sin su ayuda, y no puedo alejarme del pecado sin su Gracia.
Dia 2

Leer Lucas 5:17-26 CLIC PARA TEXTO BIBLICO

Hoy traigo delante del Señor  mi lado oscuro, el área donde me siento más atrapada o perdida.  Le pregunto: ¿En que área de mi vida donde hay oscuridad te gustaría acompañarme hoy Señor?
 Esta oscuridad de mi alma puede ser un área de pecado o sentimiento negativo hacia mí, hacia los demás o hacia Dios. Puede ser un rechazo a amar o una dificultad de abrirme a Dios o a alguien más.
Y me abro completamente a hablar a Dios como mi Padre, Jesús mi amigo o Espíritu Santo mi guía, en una comunicación sincera acerca de esto. Me imagino delante de Jesús y le digo que incluso delante de El me cuesta trabajo abrir ese tema. Trato de estar atenta al deseo de Jesús de decirme que El me comprende,  que me quiere sanar, liberar y perdonar según yo necesite. Le expreso mi gratitud por su gracia y su AMOR.


Mi oración es para crecer en conciencia de la necesidad de renunciar al desorden en mi interior, en la  manera como vivo o actúo. ¿A que me invita Dios a cambiar o dejar ir? ¿Por qué me he dejado atrapar en ese desorden particular? ¿Cómo he hecho  más pesada mi cruz?
¿Qué puedo hacer para liberarme? ¿Cuál es el  primer paso? Escucho a Dios y comparto con El mis reacciones.
Voy a Jesús y le pregunto si hay algo (más profundo que pensamientos, palabras o acciones), un desorden en los sentimientos de mi corazón, una prioridad mal ordenada, una negación a aceptar la vida como Dios me la ofrece, una tendencia de vivir para mí mismo, algo que no quiero dejar ir que me hace no  poder amar, en fin, le presento aquello que me hace presentarme delante de Él con arrepentimiento y dolor.
Dia 4
Leer Marcos 10,46-52 CLIC PARA TEXTO BIBLICO

Jesús le pregunta al ciego: “Que quieres que haga por Ti?”. Ponte en el lugar de aquel ciego, y siéntete identificado con El de alguna manera.  ¿Qué le respondes a Jesús?
Jesús te quiere libre, viviendo en  plenitud y amando, El  puede iluminar con su verdad toda tu oscuridad para que veas, te quiere redimir y sanar. Se presenta delante de ti para ofrecerte su ayuda. Disponte “pedir y a recibir” de tu amoroso Padre Dios que te habla de cerca, que se detiene ante tu necesidad.
Dia 5
 ¿Cuáles son  las fuerzas que provocan tensiones en mi corazón? ¿Acaso podré identificar las inclinaciones  latentes que habitualmente e instintivamente obran dentro de mí en contra de  los deseos de Dios? ¿Podría yo nombrar mis limitaciones más básicas?
Me presento delante de Jesús para recibir la gracia y su amor comprensivo.

Dia 6
Leer Isaías 30.18-19 CLIC LECTURA BIBLICA

Repetición

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