Semana 8

Guia

Esta semana daremos el próximo paso. Nuestro Dios nos ofrece algo más que perdón. El amor de Dios por nosotros es tan fuerte, que nos sana. Comenzaremos con el abrazo amoroso de la semana pasada. Ahora daremos un paso atrás y escucharemos la profundidad del amor de Dios, que nos dice:



No solamente te perdono, sino que prometo estar siempre contigo, para que nunca estés solo. Ya no necesitarás de tu independencia egocéntrica. Yo sanaré tu orgullo. Te libraré de los patrones destructivos que te atan. Prometo llenar tu corazón con mi amor y con los dones de paz y valentía y pasión por compartir mi amor en el servicio a los demás."




Vamos a entregarnos a la experiencia de su poder. En las semanas anteriores, he visto cuán impotente soy, cuán vulnerable a comportarme como un espíritu rebelde, a ser demasiado egocéntrico durante gran parte de mi vida. Durante toda la semana, podré imaginarme el don de la liberación de estos patrones. Esta es la semana en que se unen la alegría verdadera y la gratitud. Habiendo experimentado una aceptación profunda que sólo puede proceder del Señor, ahora estamos listos para escuchar la profundidad de la promesa ofrecida.

Cuando experimentamos el principio de la libertad espiritual que nace del perdón, podemos caer fácilmente en la tentación del desánimo por lo poco que podemos cambiar en esos patrones tan arraigados en nuestras vidas. Así como me voy dando cuenta de que soy amado y de que siento un profundo deseo de responder amorosamente, también me doy cuenta de que hay ciertos malos hábitos con los cuales debo lidiar, que hay ciertas respuestas automáticas a las cuales me he acostumbrado cuando estoy bajo la presión de la tentación.
Durante toda la semana, dejaremos que nuestra respuesta surja de lo más profundo de nuestros corazones: “¿Qué le daré al Señor por todos las gracias que me ha concedido?” (Salmo 116: 12). Esto va más allá del sentimiento de gratitud y de la expresión de agradecimiento. Una experiencia de amor poderosa lleva a una respuesta amorosa. El amor siempre nos lleva al deseo de una unión más profunda.
Durante toda la semana expresaremos nuestra respuesta amorosa, y nuestros deseos de estar con nuestro Señor en su amor. Dejaremos que fluya de nuestros corazones.
La sanación de los recuerdos no es lo mismo que borrar las fotos de nuestras historias más desagradables. La espiritualidad cristiana debe ser ante todo psicológicamente saludable. Jesús abrazó nuestra humanidad y vivió como nosotros. No podemos exigir o esperar que la gracia del perdón de Dios repare lo que es apropiadamente humano. En pocas palabras, la gracia de Dios del perdón y la misericordia nos permite vivir con nuestros recuerdos de las veces que en el pasado escogimos el camino de la muerte. El recuerdo de nuestros pecados y los pecados que otros cometieron contra nosotros, no quiere decir que no hayamos sido perdonados, ni que hayamos dejado de perdonar a los demás.
Cuando oramos con los Ejercicios, somos invitados a recordar tanto nuestras acciones pecaminosas como las respuestas de la gracia de Dios. Si eso nos hace sentir avergonzados, más deberemos invocar la misericordia de Dios. “Pero donde el pecado se había multiplicado, la gracia de Dios se supermultiplicó.”  (Romanos 5)
Cuando Ignacio nos pide que oremos por “la vergüenza y la confusión” en los Ejercicios, nos hace un llamado a la gracia de ser sinceros en lo que respecta a  nuestros pecados y a confundirnos en lo que respecta a nuestro estado ante los ojos de Dios. Pero hay otra gracia que el Señor quiere que le  pidamos. Debemos no sólo sentirnos avergonzados  por nuestras faltas pasadas, sino también confundidos  ante las respuestas supuestamente injustas de Dios. La misericordia es una gracia injusta, y debemos ubicarnos al pie de la cruz con agradecida confusión ante una respuesta tan “inhumana”. Al considerar todo lo que he hecho en el pasado y lo que posiblemente haré de nuevo, aquí está el Cristo crucificado, ofreciéndome un futuro de Su fidelidad ante mi pasado y ante mi futuro.

Oración

Señor, te doy gracias por haberme permitido llegar a este momento. Quiero estar completamente listo, atento y disponible para Ti para continuar este camino de Ejercicios Espirituales. Por favor, Espíritu de Santidad ayúdame a morir a mis deseos carnales y a purificar mis intenciones. Te pido que extirpes mi concupiscencia para que solo me mueva tu amor,por eso recibo el amor sanador que Tu derramas hoy en mi corazón.  Sé que si te entrego mi corazón, todo lo que haga seguirá los dictados de mi nuevo corazón. Que todo lo que soy hoy día, que todo lo que trate de hacer hoy, que todos mis encuentros, mis reflexiones, hasta mis frustraciones y fracasos, sirvan para poner mi vida en Tus manos.
Señor, mi vida se goza en tu misericordia y tu perdón. Gracias por lo que estas haciendo hoy por mi.

DIA 1
Cada uno de nosotros puede recordar fácilmente las peores cosas que ha hecho. Al hacerlo, los sentimientos de vergüenza pueden surgir en nosotros a pesar del tiempo que haya transcurrido. “¡No puedo creer que yo haya hecho eso!” “¿Cómo pude haber sido tan estúpido?” “¡Espero que nadie más  recuerde que yo hice eso!”  Estas son respuestas interiores muy sanas a nuestro pasado vergonzoso. 
La misericordia es perdón y es predicción.  Cada uno de nosotros regresará al pie de Su cruz para vivir de y con nuestro pasado, hasta llegar a Su futuro y el nuestro. “Nuestro Sumo Sacerdote no se queda indiferente ante nuestras debilidades…”. (Hebreos 4).Podemos permanecer en la vergüenza de  nuestro pasado, o bien permanecer en la condición progresiva del perdón que nos permite vivir en paz con nuestro pasado, abrazados por el omnipresente Dios misericordioso. Este es el tiempo de elegir por nuestra sanación,  y dejar la vergüenza en el  pasado.

DIA 2
Leer Efesios 2.1-10 CLIC TEXTO BIBLIA

Ubicar todo lo que me perturba persistentemente –un pecado de mi pasado, un pecado recurrente, un patrón obstinado de desamor,  esa frialdad de mi corazón para con las necesidades de los demás – y pedir la sanación. Pedir como si entráramos al consultorio de un doctor en busca de un tratamiento. Escuchemos las palabras del doctor: “Puedo sanarte”. Hay que tener esperanzas. Podemos orar con el corazón:
Señor, cuando me permitiste ver los muchos y complicados patrones de conducta que hay en mi vida, me sentí avergonzado. Entonces me dijiste que ésa no es toda la verdad de mi ser – soy un pecador amado por Ti. Ahora me dices esa no es toda la verdad sobre mi ser. Soy un pecador amado, de camino a la sanación, gracias a la fidelidad de tu amor por mí.” SENOR, SI QUIERES, PUEDES SANARME DE……. 

DIA 3
Leer Colosenses 3.10-17 CLIC TEXTO BIBLIA

CLIC ESCUCHAR LECTURA 



Dejemos que la respuesta surja de nuestros corazones. Practiquemos las palabras, una y otra vez: “¿Qué le puedo dar a cambio al Señor por todo lo bueno que Dios me ha concedido?”
Cuando la alegría se une a la sensación de libertad y gratitud, es bueno reposar ahí. En ese momento, nuestra plegaria será tan sencilla como la mirada entre dos amantes.

DIA 4
(Día de sanación y ayuno)
Leer Romanos 5.1-11 CLIC TEXTO BIBLIA
Oración de Sanación Interior  CLIC ORACION DE PERDON

DIA 5
Leer Lucas 4.16-22 CLIC TEXTO BIBLIA

¿Cómo agradecerte? ¿Qué puedo decir yo, cuando Tú me dices que no me abandonarás, porque todavía estoy inconcluso? ¿Qué sentimientos me invaden cuando me imagino que estoy a tu lado en ese lento proceso diario de sanación?
Así como te has mantenido junto a mí durante este retiro y me has dado libremente lo que mi corazón necesita pedirte, ahora vuelvo a rogarte. Déjame escuchar la profundidad de tu deseo de acompañarme a lo largo del camino de la salud espiritual, de la santidad. Por favor, que continúe tu sanación. Deja que tu sanación me haga libre, para que pueda servirte como mereces, entregándote mi corazón cada vez más.
Señor del Amor Fiel, escucha mi humilde oración.

DIA 6
Leer Filipenses 3.7-16 CLIC TEXTO BIBLIA
Podemos hacer una ofrenda al Señor por escrito. ¿Qué es lo que le doy al Señor por todas las gracias que me ha concedido?


No comments: