PERDON DEL PADRE

PERDON DEL PADRE

La mas honda experiencia humana es la experiencia del amor.
La supera a todas porque es mas decisiva, mas autentica y mas profunda.
Dentro del universo del amor Senor, aparece tu perdón como aquel amor que todo lo supera, porque va mas lejos que nadie ni que nada. Tu Palabra es el cántico a ese Perdón y la Parábola del hijo Prodigo es su plenitud.
Ahora soy yo ese hijo prodigo del Evangelio, soy yo quien reconoce que ha huido de tu casa, soy yo quien ha experimentado su frustración, soy yo el agobiado por el hambre de paternidad.
Y digo que voy a volver, y digo que si, vuelvo a Ti sabedor de la urgencia del camino y de la facilidad de recorrerlo porque al final te encuentro a Ti, mi Dios del Perdón y del Amor.
¿Cuantas veces no me has abrazado cuando volvía a ti?
¿Cuantas veces no me has besado cuando me acercaba a ti?
¿Cuantas veces no me ha desbordado tu ternura cuando caía en tus brazos?
en lo mas hondo del pecado descubro siempre la mayor hondura de tu perdón que es amor, de un amor que se hace perdón.
Tomame pues con tus brazos de Padre, visteme de la vestidura de tu Gracia que es Jesucristo siempre vivo y prepara el banquete de la Eucaristía para que coma y beba perdón, salvación y Amor. Ya estoy cansado de vergonzosas huidas, quiero recuperar la experiencia de tu persona, de tu cercanía, de tu forma de vida.
Sabiendo que si tu me perdonas también tendré yo que perdonar a los demás, confiando que no me rechazas.
Acepto tu perdón sin medida: setenta veces siete y con toda la alegría de mi corazón. Padre mío que estas en la Gloria, gracias por ser para mi el padre amante del hijo prodigo.
Ayudame a mantener limpia la imagen de tu filiación en la moneda de mi alma: que siempre la conserve brillante para que tu te veas reflejado en ella y “quien me mire te vea”. Pero si alguna vez tuviera la desgracia de borrar tu efigie divina en mi espíritu, que no caiga en la desesperación, sino que me consuele el pensamiento de que puedo volver a ser esa moneda valiosa, “buscada diligentemente por ti hasta encontrarla”. Que mis lagrimas de arrepentimiento se conviertan el lagrimas de alegría por contribuir a esa fiesta adicional que tienes en el cielo cada vez que un pecador se arrepiente.

ORANDO EL PADRE NUESTRO


EL PADRE NUESTRO


Padre nuestro que estas en el cielo

Te reconozco cercano, lo mas cercano a mi, como mi Padre que
me cuidas, me amas y proteges, provees y ayudas aunque no te
pueda ver porque estas en el cielo que lo abarca todo... pero se
que estas cerca, me alcanzas, me acoges, me llenas, me
envuelves.



Santlficado sea tu nombre
Te honro.Te adoro y Te amo por sobre todas las cosas. Eres lo
mas grande e importante para mi, Eres lo mas Santo y perfecto,
solo tu nombre me hace estremecer y arrodillarme a tus pies para
adorarte.



Venga tu Reino
Quiero sentirte muy cercano a mi, te acepto en mi vida, en mi
hogar, en mi familia. Hazme vivir en tu Reino de amor y verdad,
dame tu luz e ilumina la oscuridad de mi interior, quitame la
ceguera que me impide ver como Tu a mi esposo/a, mis hijos, mi
familia, mis amigos, a mis vecinos y comunidad, mi iglesia...tu
iglesia, quisiera poder mirar con tus ojos a los que te aman
y también a los que no te aman. Deseo que tu Reino se instale en
toda la tierra y que el mundo entero viva bajo Tu Ley en
obediencia al amor, la libertad y el respeto mutuo. Que todos los
pueblos y naciones te tengan por su Rey y Senor, para que la
armonía y la paz reinen en todo y en todos. Que se acabe la
mentira y el odio que nos dividen y apartan de ti. Que se instale el
Reino de tu orden según las prioridades que manda el AMOR
incondicional que nos brindas, y que puede destruir el egoísmo y
la mentira. 



Hazme vivir en tu voluntad



Que Reine tu Voluntad en mi vida. Que sea dócil a aceptarla, y

amarla para así abandonarme en confianza a tus designios.
Quiero vivir sin esa rebeldía que me hace desconfiar en tu
misericordia y tu bondad. Quiero que tu plan divino restaure en mi
lo que he destruido por mi soberbia y egoísmo, que pueda ser
reconstruido y transformado en un verdadero hijo tuyo a imitación
de Cristo. Quiero dejar todo en tus manos amorosas porque eres
mi Padre.


 Quiero confiar en tu voluntad que nunca destruye sino que

transforma. Quiero dejarte obrar aquí en la tierra, mi tierra, mi
vida igual que como obras en el cielo que se mantiene en tu
sabiduría bajo las leyes perfectas que creaste, leyes que no
siempre se cumplen en el hombre por nuestro desorden y
pecado. Gracias por El cielo y el orden del universo que
manifiestan tu perfección y me demuestran tu Grandeza y tu
Poder.
iComo no dejarte actuar entonces en el caos que he creado en mi
propio universo interior!
Haz tu voluntad en este cielo que es mi alma, en esta tierra que
es mi carne y Ayudame Senor a confiar en Ti!




Dame hoy el pan que me corresponde, tan solo el de hoy
No necesito mas, mañana Tu te encargarás igual que hoy de mis
necesidades. No me des abundancia en exceso porque
desperdiciaría, ni me hagas padecer privaciones que superen mis
fuerzas porque me ocuparía solo de ellas y me olvidaría de ti.
Dame lo que Tu sabes que necesito hoy y quedaré contenta,
aunque mi cuerpo insaciable a veces quede insatisfecho. 


Que pueda depender de tus provisiones diarias y no caer en

ambiciones vanas, ni en desanimo o desesperación. Dame el
pan, el alimento aunque no lo merezca, pero mas que todo
saciame con tu amor que sostiene mi vida porque si no me

alimentas de ti, me muero. 
Dame el pan de tu palabra, verdad,sinceridad, compasión, 
tolerancia, paz, bondad. Dame el pan de la fe, la esperanza y amor.
Dame sabiduría, entendimiento, perseverancia y humildad, 
dominio de mis pasiones y discernimiento en mis acciones. 
Dame todo esto en la medida justa pero haz que me sacie de tu amor HOY. 
Dame un corazón que perdone y ame incondicionalmente como el tuyo.



Perdona nuestras ofensas como también perdonamos a los
que nos ofenden
TU no recuerdas mas mis errores, lo que no he podido o debido
hacer, pensar o dejar. Perdona mi debilidad, se paciente
conmigo, así como yo soy paciente con los que se equivocan
como yo. No me tomes en cuenta lo malo y dame tu misericordia.
No me abandones en las manos del enemigo, librame de el.
No me dejes caer en el error, en la mentira y el egoísmo que
provienen de la soberbia, origen de todo mal. No me abandones
ni dejes que acepte la seducción del enemigo que me tienta.
Fortalece mi espíritu débil para que no caiga en la tentación y
librame de todos los males que ocasionan mi propio pecado y el
pecado del mundo.
AMEN





Semana 8

Guia

Esta semana daremos el próximo paso. Nuestro Dios nos ofrece algo más que perdón. El amor de Dios por nosotros es tan fuerte, que nos sana. Comenzaremos con el abrazo amoroso de la semana pasada. Ahora daremos un paso atrás y escucharemos la profundidad del amor de Dios, que nos dice:



No solamente te perdono, sino que prometo estar siempre contigo, para que nunca estés solo. Ya no necesitarás de tu independencia egocéntrica. Yo sanaré tu orgullo. Te libraré de los patrones destructivos que te atan. Prometo llenar tu corazón con mi amor y con los dones de paz y valentía y pasión por compartir mi amor en el servicio a los demás."




Vamos a entregarnos a la experiencia de su poder. En las semanas anteriores, he visto cuán impotente soy, cuán vulnerable a comportarme como un espíritu rebelde, a ser demasiado egocéntrico durante gran parte de mi vida. Durante toda la semana, podré imaginarme el don de la liberación de estos patrones. Esta es la semana en que se unen la alegría verdadera y la gratitud. Habiendo experimentado una aceptación profunda que sólo puede proceder del Señor, ahora estamos listos para escuchar la profundidad de la promesa ofrecida.

Cuando experimentamos el principio de la libertad espiritual que nace del perdón, podemos caer fácilmente en la tentación del desánimo por lo poco que podemos cambiar en esos patrones tan arraigados en nuestras vidas. Así como me voy dando cuenta de que soy amado y de que siento un profundo deseo de responder amorosamente, también me doy cuenta de que hay ciertos malos hábitos con los cuales debo lidiar, que hay ciertas respuestas automáticas a las cuales me he acostumbrado cuando estoy bajo la presión de la tentación.
Durante toda la semana, dejaremos que nuestra respuesta surja de lo más profundo de nuestros corazones: “¿Qué le daré al Señor por todos las gracias que me ha concedido?” (Salmo 116: 12). Esto va más allá del sentimiento de gratitud y de la expresión de agradecimiento. Una experiencia de amor poderosa lleva a una respuesta amorosa. El amor siempre nos lleva al deseo de una unión más profunda.
Durante toda la semana expresaremos nuestra respuesta amorosa, y nuestros deseos de estar con nuestro Señor en su amor. Dejaremos que fluya de nuestros corazones.
La sanación de los recuerdos no es lo mismo que borrar las fotos de nuestras historias más desagradables. La espiritualidad cristiana debe ser ante todo psicológicamente saludable. Jesús abrazó nuestra humanidad y vivió como nosotros. No podemos exigir o esperar que la gracia del perdón de Dios repare lo que es apropiadamente humano. En pocas palabras, la gracia de Dios del perdón y la misericordia nos permite vivir con nuestros recuerdos de las veces que en el pasado escogimos el camino de la muerte. El recuerdo de nuestros pecados y los pecados que otros cometieron contra nosotros, no quiere decir que no hayamos sido perdonados, ni que hayamos dejado de perdonar a los demás.
Cuando oramos con los Ejercicios, somos invitados a recordar tanto nuestras acciones pecaminosas como las respuestas de la gracia de Dios. Si eso nos hace sentir avergonzados, más deberemos invocar la misericordia de Dios. “Pero donde el pecado se había multiplicado, la gracia de Dios se supermultiplicó.”  (Romanos 5)
Cuando Ignacio nos pide que oremos por “la vergüenza y la confusión” en los Ejercicios, nos hace un llamado a la gracia de ser sinceros en lo que respecta a  nuestros pecados y a confundirnos en lo que respecta a nuestro estado ante los ojos de Dios. Pero hay otra gracia que el Señor quiere que le  pidamos. Debemos no sólo sentirnos avergonzados  por nuestras faltas pasadas, sino también confundidos  ante las respuestas supuestamente injustas de Dios. La misericordia es una gracia injusta, y debemos ubicarnos al pie de la cruz con agradecida confusión ante una respuesta tan “inhumana”. Al considerar todo lo que he hecho en el pasado y lo que posiblemente haré de nuevo, aquí está el Cristo crucificado, ofreciéndome un futuro de Su fidelidad ante mi pasado y ante mi futuro.

Oración

Señor, te doy gracias por haberme permitido llegar a este momento. Quiero estar completamente listo, atento y disponible para Ti para continuar este camino de Ejercicios Espirituales. Por favor, Espíritu de Santidad ayúdame a morir a mis deseos carnales y a purificar mis intenciones. Te pido que extirpes mi concupiscencia para que solo me mueva tu amor,por eso recibo el amor sanador que Tu derramas hoy en mi corazón.  Sé que si te entrego mi corazón, todo lo que haga seguirá los dictados de mi nuevo corazón. Que todo lo que soy hoy día, que todo lo que trate de hacer hoy, que todos mis encuentros, mis reflexiones, hasta mis frustraciones y fracasos, sirvan para poner mi vida en Tus manos.
Señor, mi vida se goza en tu misericordia y tu perdón. Gracias por lo que estas haciendo hoy por mi.

DIA 1
Cada uno de nosotros puede recordar fácilmente las peores cosas que ha hecho. Al hacerlo, los sentimientos de vergüenza pueden surgir en nosotros a pesar del tiempo que haya transcurrido. “¡No puedo creer que yo haya hecho eso!” “¿Cómo pude haber sido tan estúpido?” “¡Espero que nadie más  recuerde que yo hice eso!”  Estas son respuestas interiores muy sanas a nuestro pasado vergonzoso. 
La misericordia es perdón y es predicción.  Cada uno de nosotros regresará al pie de Su cruz para vivir de y con nuestro pasado, hasta llegar a Su futuro y el nuestro. “Nuestro Sumo Sacerdote no se queda indiferente ante nuestras debilidades…”. (Hebreos 4).Podemos permanecer en la vergüenza de  nuestro pasado, o bien permanecer en la condición progresiva del perdón que nos permite vivir en paz con nuestro pasado, abrazados por el omnipresente Dios misericordioso. Este es el tiempo de elegir por nuestra sanación,  y dejar la vergüenza en el  pasado.

DIA 2
Leer Efesios 2.1-10 CLIC TEXTO BIBLIA

Ubicar todo lo que me perturba persistentemente –un pecado de mi pasado, un pecado recurrente, un patrón obstinado de desamor,  esa frialdad de mi corazón para con las necesidades de los demás – y pedir la sanación. Pedir como si entráramos al consultorio de un doctor en busca de un tratamiento. Escuchemos las palabras del doctor: “Puedo sanarte”. Hay que tener esperanzas. Podemos orar con el corazón:
Señor, cuando me permitiste ver los muchos y complicados patrones de conducta que hay en mi vida, me sentí avergonzado. Entonces me dijiste que ésa no es toda la verdad de mi ser – soy un pecador amado por Ti. Ahora me dices esa no es toda la verdad sobre mi ser. Soy un pecador amado, de camino a la sanación, gracias a la fidelidad de tu amor por mí.” SENOR, SI QUIERES, PUEDES SANARME DE……. 

DIA 3
Leer Colosenses 3.10-17 CLIC TEXTO BIBLIA

CLIC ESCUCHAR LECTURA 



Dejemos que la respuesta surja de nuestros corazones. Practiquemos las palabras, una y otra vez: “¿Qué le puedo dar a cambio al Señor por todo lo bueno que Dios me ha concedido?”
Cuando la alegría se une a la sensación de libertad y gratitud, es bueno reposar ahí. En ese momento, nuestra plegaria será tan sencilla como la mirada entre dos amantes.

DIA 4
(Día de sanación y ayuno)
Leer Romanos 5.1-11 CLIC TEXTO BIBLIA
Oración de Sanación Interior  CLIC ORACION DE PERDON

DIA 5
Leer Lucas 4.16-22 CLIC TEXTO BIBLIA

¿Cómo agradecerte? ¿Qué puedo decir yo, cuando Tú me dices que no me abandonarás, porque todavía estoy inconcluso? ¿Qué sentimientos me invaden cuando me imagino que estoy a tu lado en ese lento proceso diario de sanación?
Así como te has mantenido junto a mí durante este retiro y me has dado libremente lo que mi corazón necesita pedirte, ahora vuelvo a rogarte. Déjame escuchar la profundidad de tu deseo de acompañarme a lo largo del camino de la salud espiritual, de la santidad. Por favor, que continúe tu sanación. Deja que tu sanación me haga libre, para que pueda servirte como mereces, entregándote mi corazón cada vez más.
Señor del Amor Fiel, escucha mi humilde oración.

DIA 6
Leer Filipenses 3.7-16 CLIC TEXTO BIBLIA
Podemos hacer una ofrenda al Señor por escrito. ¿Qué es lo que le doy al Señor por todas las gracias que me ha concedido?


AMAME TAL COMO ERES

AMAME TAL COMO ERES

Conozco tu miseria, los combates y las tribulaciones de tu alma
la debilidad y las enfermedades de tu cuerpo;
conozco tu negligencia, tus pecados y tus abandonos.
Pero,a pesar de todo esto, te digo:
"Dame tu corazón, ámame tal como eres"
 Si esperas ser un ángel para entregarte al amor, no me amarás jamas.
Incluso si recaes en esas faltas que no quisieras haber conocido nunca,
incluso si eres negligente en la practica de la virtud.
No te permito que no me ames.
En cualquier instante y en cualquier situación en la que te encuentres,
en la consolación o en la desolación, en el fervor o en la sequedad
en la fidelidad o en la infidelidad.
Amame tal como eres, lo que quiero es el amor de tu corazón indigente
 Si para amarme esperas ser perfecto, no me amaras jamas...
Dejate amar, Quiero tu corazón
 Por supuesto que tengo previsto transformarte,
 pero , mientras tanto, te amo tal como eres.
Y quisiera que tu hicieras lo mismo.
 Me gustaría ver como, desde el fondo de tu miseria, brota el amor
Amo en ti incluso tu debilidad.
Yo amo el amor de los pobres
 quisiera que, desde la indigencia, se elevara continuamente este grito: Déjate AMAR


"Senor, te amo!"
 Es el canto de tu corazón lo que me importa
Acaso tengo yo la necesidad de tu ciencia y de tus talentos?
No son virtudes que te pido, y si te las diera, eres tan débil
que tu amor propio en seguida se las atribuiría.
No te preocupes de eso. 
Solo se trata de llenar el momento presente con tu amor.
 Hoy como mendigo, llamo a la puerta de tu corazón, 
Yo, el Señor de losl Señores.
LLamo y espero. Abreme en seguida; no alegues tu miseria.
Si tu conocieses verdaderamente tu indigencia, morirías de dolor.
Lo único que me hiere el corazón es verte dudar y falto de confianza.
Quisiera que pensases en mi cada instante del día y de la noche.
No quisiera que hicieras ningún acto, por insignificante que sea,
por otro motivo que no sea el Amor
Cuando tengas que sufrir, yo te daré la fuerza.
Tu me has dado el amor; yo te daré la capacidad de amar
por encima de lo que jamas hayas soñado.
Pero, acuerdate: "Amame tal como eres"
No esperes a ser un santo para entregarte al Amor; 
si no, no me amaras jamas.

EL pecado

PECADOS Y VICIOS CAPITALES

La triple causa de los pecados
1) El deseo de la carne.
2) El deseo de los ojos.
3) El capricho de esta vida.
2. "No amen el mundo ni las cosas mundanas. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo es concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y soberbia de esta vida. Todo esto no viene del Padre sino del mundo; pero el mundo pasa, y con él sus deseos. En cambio, el que cumple los deseos de Dios permanece eternamente" [1 Juan 2,15-17]
3. La causa de todo pecado es el deseo desordenado de sí mismo. O sea amarse a sí mismo más que a Dios. Uno busca el propio bien sea como sea. Y busca lo que le parece bueno para sí mismo. Así que buscando su propio bien, termina corriendo detrás de las cosas que le parecen buenas para realizar su propio bien.
4. Al deseo le llamamos también apetito. Por ejemplo, el apetito de comer, pero también el apetito de riquezas, el apetito de honores. A todas las cosas que podemos apetecer o desear, las llamamos bienes.
5. A la atracción que producen los bienes sobre nosotros, la llamamos pasión. La palabra pasión, viene del verbo padecer. Las cosas que consideramos buenas, nos apasionan, nos atraen, las deseamos. Los bienes nos mueven, nos atraen sufrimos esa atracción. Nos mueven o conmueven aunque no lo queramos.
6. Las pasiones en sí mismas son buenas. Pero cuando se desordenan se hacen malas y se convierten en vicios.
7. Los vicios son hábitos malos. El hábito es la facilidad para obrar que proviene de la repetición de actos. Cuando uno repite actos buenos, se crean hábitos buenos que son las virtudes. Cuando uno repite actos malos, se crean hábitos malos, que se llaman vicios. Los hábitos actúan inconscientemente, y por eso a veces no nos damos cuenta de nuestros vicios más arraigados.
8. En la Sagrada Escritura y en lenguaje de la tradición católica, a los malos deseos, apetitos y pasiones, se les llama concupiscencias. San Ignacio de Loyola, en sus Ejercicios Espirituales los llama afecciones desordenadas. Es bueno aprender el lenguaje que usa nuestra tradición católica.
9. Hay varias clases de concupiscencias o malos deseos, como nos dice San Juan:
1) Concupiscencia de la carne. 2) Concupiscencia de los ojos.

Estas dos concupiscencias dan lugar a:
3) La "soberbia de esta vida". La soberbia de esta vida es la voluntad torcida de los que viven solamente para esta vida.
10. Hay un deseo bueno, que llamamos natural. Es el deseo de los bienes que tocan a la conservación o sustentación de la naturaleza del hombre.
11. De esos bienes naturales, algunos son necesarios para la conservación del individuo y de su cuerpo: el alimento, la bebida y otros semejantes, como el vestido y el abrigo.
12. Otros de esos bienes naturales, son necesarios para la conservación de la especie humana, como los bienes sexuales, y los que tienen que ver con la generación y educación de la prole.
13. Cuando el apetito de estos bienes, llamados bienes naturales, se desordena, se habla de "concupiscencia de la carne". Se le llama también intemperancia, o sea: falta de templanza, o de moderación en el uso de los bienes alimenticios o sexuales.
14. Estos desórdenes, dan lugar respectivamente a los pecados de gula y de lujuria.
15. Hay otro deseo, que en la tradición se ha llamado: animal, en el sentido de anímico, o sea, deseo del alma.
16. Este deseo es el que se refiere a los bienes que percibimos a través de la imaginación. Es decir, bienes que no son reclamados directamente por los movimientos de la carne, (como ser el apetito de comer o el apetito sexual), sino que nos vienen a través de la imaginación: ser aprobados, queridos, estimados, considerados, tenidos en cuenta. A este tipo de bienes pertenece la buena fama, la gloria, el prestigio.
17. A esta esfera de lo que apetece el alma, y no el cuerpo, pertenecen los bienes que hacen que uno sea "bien visto", "mirado", "admirado", "atractivo", "atrayente".
18. Lo que uno es, las cualidades personales:
1) Físicas, como la belleza, la silueta o el vestido;
2) Espirituales;
3) El saber, la educación y la cultura, los títulos académicos, un oficio... 4) El buen temperamento y carácter.
19. Lo que uno tiene:
1) El dinero y todo lo que puede adquirirse con él; 2) La casa, el auto.
20. Al desorden del deseo de estos bienes se le llama concupiscencia de los ojos: deseo desordenado de ver y de ser visto y de los bienes que hacen aparentar y aparecer. Diríamos que son los bienes que nos muestra y nos hace desear desordenadamente la propaganda. La "concupiscencia de los ojos". Se llama así porque:
1) Es el apetito de los ojos de la imaginación, con la que se ven estos bienes.
2) Son bienes cuyo deseo se excita después de verlos o imaginarlos y no a partir de una necesidad de la naturaleza, como son los otros. Son bienes de orden social y de la convivencia y del "querer tener y/o ser vistos".
21. A esta concupiscencia de los ojos corresponden los pecados capitales de vanidad, avaricia, envidia.
22. Por fin, el desorden del apetito del bien supremo del hombre, es la llamada soberbia de esta vida. La soberbia es el apetito desordenado de la propia excelencia. Es el quererse a sí mismo más que a Dios y en lugar de Dios.
23. Nosotros le llamamos también capricho, por dos motivos: uno porque lo describe bien; y otro porque lo hace reconocible para muchos que se imaginan que la soberbia es algo tan espantoso y monstruoso que no puede ser algo común y frecuente, y menos que menos un mal del que uno pueda estar padeciendo: "¡¿soberbio YO?!" Sin embargo, vemos que el capricho, es el primer defecto que asoma desde temprano en el niño.
24. Al soberbio se le llama adecuadamente caprichoso, porque el soberbio está aferrado a su voluntad de tal manera que no quiere hacer la voluntad de Dios, sino que Dios venga a hacer la voluntad de él.
25. No quiere servir a Dios, sino que Dios lo sirva a él. No quiere obedecer a Dios, sino que Dios lo obedezca.
26. El soberbio, reza el Padre nuestro al revés: "glorificado sea mi nombre, venga mi reino, hágase mi voluntad". El soberbio es por lo tanto: egoísta, egocéntrico y ególatra. Y la soberbia es pecado capital. Porque de este desorden provienen todos los demás.
27. Cuando no se pueden realizar las concupiscencias o deseos desordenados, entonces se ponen de manifiesto dos pecados capitales más: ira y tristeza. Porque cuando el soberbio o el caprichoso ve contrariada su voluntad, se enoja o se entristece.
28. Y como el soberbio, que se pone a sí mismo como centro, entra en competencia y en rivalidad con Dios, el bien de Dios le parece un mal. Se entristece por el bien de Dios, o se entristece por no ser él Dios. Y eso es la envidia o acedia.
29. Este es el pecado de Satanás o del Ángel Rebelde. Y es el pecado de todos los que se enojan contra Dios, porque no les ha concedido algún deseo: soberbia y envidia. Capricho y rabieta.
30. Así quedan explicados los siete pecados capitales, a partir de las tres concupiscencias de que nos habla San Juan. A las tres concupiscencias, San Juan opone, como remedio:
1) El amor a Dios, contra el desordenado amor de sí mismo;
2) La pobreza, austeridad o templanza contra la gula, la lujuria y toda clase de intemperancia; 3) El desprecio del mundo contra la vanidad y la avaricia;
4) La humildad contra la soberbia.
31. De modo que a cada pecado capital se opone una virtud o varias. Vamos a tratar, después, de cada uno de esos pecados capitales y de sus virtudes opuestas.
Ejercicios
Trate de responder solo o en grupo, y si es posible ponga por escrito las respuestas a estas preguntas:

  1. 1)  ¿De qué texto de la Sagrada Escritura sacó la tradición católica la triple causa de todos los pecados? 
  2. 2)  ¿Cuáles son esas tres causas de los pecados? 
  3. 3)  ¿A qué concupiscencia o deseo desordenado corresponden la gula y la lujuria? 
  4. 4)  ¿A qué concupiscencia o deseo desordenado corresponden la vanidad, la avaricia y la
    envidia? 
  5. 5)  ¿Cómo entiende usted lo que es "la soberbia de esta vida"? 
  6. 6)  ¿Cuál es el remedio o los remedios que propone el autor de nuestro texto de la Sagrada
    Escritura para la triple causa de los pecados. 

Semana 7

GUIA


La semana está destinada a librarnos del temor a que Dios esté judicialmente enojado, o decepcionado por nuestras repetidas caídas. Hemos sido invitados a recibir Su abrazo tierno y Su aliento para poder levantarnos y seguir aprendiendo lo que es ser Su discípulo. La misericordia es la mayor entre  todas las obras de Dios, y pedimos por la experiencia de dejar que Jesús sea “El Que Salva”. Esta semana caminaremos rodeados del amor de Dios. Queremos saborear – y disfrutar a plenitud – ese regalo de Dios para nosotros que es el perdón. 
La misericordia de Dios es más que perdón; Cuando Jesús siente “compasión” por una persona o por una multitud, el significado no es lástima, ni siquiera perdón. Jesús queda retratado como profundamente conmovido en lo más profundo de sus entrañas, donde antiguamente se suponía que residían las emociones. Jesús se conmueve para alcanzar, para enseñar, para alimentar y dirigir a Sus criaturas perdidas y caídas.
De manera que comenzaremos esta semana mirando nuestros vicios y virtudes, en la cual queda implicada la verdad sobre nuestra necesidad de misericordia, de ser abrazados por la verdad del amor de Dios, que nos eleva. Esta misericordia y esta compasión, si son recibidas con gratitud, nos darán la libertad de caminar con fe en Su futuro y en el nuestro.Hay quien piensa que ocuparse de los pecados y predicar sobre ellos es tarea negativa. No lo es, si al tratar de ellos se los muestra como lo que son: obstáculos en el camino del amor a Dios que hay que remover para poder correr por él, trampas y lazos para el corazón que le impiden volar hacia Dios. No lo es, tampoco, si juntamente con ellos se habla de las virtudes opuestas.
¡Dios se regocija cuando por fin llego a entender su amor y su perdón!  A medida que avanza el día, puedo recordar varias imágenes que ayudarán a mi espíritu a elevarse cuando acepta la intimidad de ese abrazo de amor y perdón. Podríamos imaginar que estamos perdonando a un cónyuge, o a un hijo, o a un ser amado, sencillamente porque nuestro amor es más grande y más fuerte que cualquier mal que nos hayan hecho.  Y nos preguntaremos, ¿cuánto mayor debe ser el  amor de Dios, para perdonarme tan libremente, tan completamente? 
Ésta no es una semana fácil para muchos de nosotros. En la tercera parábola de misericordia, en la cual Jesús cuenta a aquellos que le critican porque come y bebe con pecadores (Lucas 15) el retorno del hijo arrepentido a los brazos de su padre: “Pequé contra Dios y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.”  El hijo mayor está lleno de resentimiento cuando el padre perdona tan libremente al hijo menor. Y aunque nos encontremos en el abrazo del Amor que Perdona, dentro de nosotros hay una voz de un hermano o una hermana mayor, empañando el brillo de la celebración.
Ésta semana podremos entregarnos al abrazo de Dios. Imaginemos que estamos en ese abrazo. Quedémonos ahí. Sin prisas. Dejemos que desaparezca nuestra resistencia. Recibamos el abrazo. Disfrutémoslo. Descansemos en él. ¿Qué es lo que siente y expresa el que me abraza en ese momento de unión? Durante toda esta semana, haga lo que haga, entre mis actividades, puedo cerrar los ojos e imaginar que Jesús me está abrazando así.
Esta es una semana para sonreír – para llevar esa sonrisa en el rostro y para sentirla profundamente. Una sonrisa y una respiración profunda hacen muy buena pareja. Preparan el camino de una paz interior maravillosa y llena de gozo.
¿Acaso desaparecen todos mis problemas? ¿Acaso mi vida está resuelta? ¿Acaso he alcanzado las profundidades de la libertad espiritual? Claro que no, pero cada semana es un paso importante. Hay un próximo paso muy crítico: sentir, disfrutar y celebrar, porque soy un pecador amado.
Quizás esta semana pueda hacer varias cosas para levantarme el ánimo y reforzar el gozo y la paz de esta semana. Planifiquemos: hagamos ciertos cambios en nuestra rutina, cambiemos la atmósfera de la semana. Los rituales son importantes. Involucran a nuestros cuerpos y perduran en nuestros recuerdos. Quizás ponga por escrito mi expresión de gratitud, o vaya a misa entre semana o cante alabanzas, etc.

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EL TEMA PARA DISCERNIMIENTO ESTA SEMANA ES:

VICIOS CAPITALES Y PECADO



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EJERCICIOS

ORACION

Señor, deseo tanto prepararme bien para este momento. Quiero estar completamente listo, atento y disponible para Ti Por favor, ayúdame a aclarar y purificar mis intenciones. Tengo tantos deseos contradictorios. Mis actividades parecen estar tan llenas de agobio, corriendo detrás de cosas que realmente no importan ni duran. Sé que si Te entrego mi corazón todo lo que haga seguirá los dictados de mi nuevo corazón. Que todo lo que soy hoy día, que todo lo que trate de hacer hoy, que todos mis encuentros, mis reflexiones, hasta mis frustraciones y fracasos, sirvan para poner mi vida en Tus manos.
Señor, mi vida está en Tus manos. Por favor, permite que este día sea para alabarte.



Dia 1
El desorden de mis  “operaciones” es un conjunto de actitudes y actividades personales que no son malas  en si mismas ni pecado,  sin embargo son una tierra que facilita el que surja el pecado. Dejemos  que Jesús nos cambie el corazón. Reflexiona en qué puntos eres débil para estar más atento frente a la tentación:
El miedo al riesgo? La tendencia a manipular a otro? El temor a los conflictos? La incapacidad de aceptar la crítica de los demás? La pereza espiritual…intelectual…laboral? La facilidad de ver la paja en el ojo ajeno? El individualismo?  La rutina en mi vida cristiana? La resistencia a cambiar mi nivel de vida? Dejarme llevar por el confort, la comodidad, lo fácil? Hacer del  consumismo,, la moda, el culto al cuerpo, el talante de  mi vida?, etc.
Dia 2
Leer Oseas 14. 1-10 CLIC PARA TEXTO BIBLIA


El pecado no es un comportamiento aislado sino que tiene una estructura y un ambiente que lo posibilita.  Muchos males se producen a pesar de nuestra buena voluntad, para usar nuestra voluntad de acuerdo al deseo de Dios tengo que estar atento de toda orientación al desorden. Meditare sobre lo que puede contaminarme por el mundo  que me lleva a un criterio contrario al evangelio:
En mi propia vida quiero servir a Dios y al dinero? Exigir perfeccionismo en los demás en vez de respetar sus ritmos? Valorar a las personas por sus títulos,  éxitos..? Buscar el aplauso,  el honor, para ascender en la vida,  en el trabajo? Hacer de los medios de comunicación,  de lo que se dice y se lleva el criterio de mi comportamiento de vida? Hacer de mi mundo interior un cómplice del mal en mis deseos?  Ignorar que  la opción por  la fe y la justicia afecta a todos? Etc.
 San Ignacio quiere que todo esto, nuestro inconsciente que nos afecta negativamente, vaya saliendo a la conciencia para que una vez conocido lleguemos a “aborrecerlo”. “Detestando el mal y adhiriéndose al bien” (Romanos 12. 9). Pidamos hoy que nos cambie el corazón.

Dia 3
Leer Juan 4, 3-42 CLIC PARA TEXTO BIBLIA

Lleva tu imaginación a convertirte en esa mujer al lado del pozo.  Escucha de las palabras de Jesús la oración “Ámame como eres “ de la hoja de guía de la semana y dialoga con él como lo hizo la samaritana.

Dia 4
Leer  Juan 8.3-11 CLIC PARA TEXTO BIBLIA

Disponte a recibir el abrazo de Jesús,  con todos tus sentidos. Puedes ayudarte visualizando una imagen o sintiendo, oliendo algún aroma. Puedes escuchar de Jesús la oración ‘Ámame tal como eres “ HAZ CLIC PARA ORACION Recibe su amor y perdón incondicional. Su protección te envuelve, piensa de qué manera te defiende o ha defendido como  lo hizo con la  mujer adultera que  no deja que la apedreen. 
                                         
Dia 5
Leer y  meditar SALMO 84 CLIC PARA TEXTO BIBLIA
Dios se ha revelado en las parábolas de la misericordia como un amor que BUSCA lo perdido,  que perdona y crea. Dios es padre que ofrece a todos la gracia de un perdón y la posibilidad de una existencia nueva; su alegría esta en ayudar a los que están perdidos o extraviados. Jesús encarna el  perdón de Dios en medio de los hombres, sin embargo, lo hemos negado,  rechazado y olvidado. 
 Hoy aceptamos la ALEGRIA, el gozo de sabernos  amados, aceptados, perdonados, buscados y atesorados  por Dios.  “ Dios mío, Dios mío, mi fe me dice que estas enamorado de mi, que buscas mi amor como si de  el  dependiera tu felicidad eterna,  y que tu gloria más alta consiste en servirme a mí, tu criatura”(A. López Baeza).
Hoy comparte con Dios la alegría de ser amado y amarle en una correspondencia de amores encontrados. Quédate en su abrazo y recibe el gozo de su amor.

Dia 6
Repetición.

Hacer tuya pausadamente la oración “Ámame tal como eres’. HAZ CLIC PARA ORACION Termina con alabanzas y gratitud a Dios por su amor.

Semana 6


GUIA

Sinceridad, arrepentimiento humilde, y profunda gratitud, son las gracias que deseamos para esta semana. ¿Qué medios concretos podemos utilizar para abrirnos a recibir dichas gracias de Nuestro Señor, quien tanto desea dárnoslas? Primeramente, sería importante revisar las sugerencias de la semana pasada, en lo referente a ciertas precauciones para quienes hacen estos ejercicios .
La semana pasada revisamos los archivos de nuestros pecados, a la luz del amor que Dios nos tiene. Esta semana nos tomaremos el tiempo para investigar los patrones de nuestras tendencias al pecado, a fin de que podamos entender el amor y los deseos de Dios para con nosotros.
Durante toda esta semana, aumentemos la intensidad de nuestro deseo de recibir la ayuda de Dios. Cuando se acerca el momento de someterme a una cirugía crítica, pido a todos mis allegados que recen por mí. Así esta semana puedo invocar a mis seres queridos que ya fallecieron, para pedirles que intercedan por mí ante Dios y así poder tener una comprensión instintiva de mi tendencia al pecado. Puedo sentir sus intenciones por mi libertad. Podría pasar unos momentos con María, Madre de Nuestro Señor y Madre nuestra , y pedirle que interceda por mí. Seguramente sentiré su presencia y su ayuda. Luego, puedo dirigirme directamente a Jesús, mostrándole mi gratitud por las gracias ya recibidas en este retiro y rogándole a Dios, Nuestro Padre y Creador que me conceda la gracia de poder ver los pecados que hay en mi vida y que me conceda poder aceptar plenamente la libertad que se me ofrece.
Si uno de los pecados de hace unos años me viene a la mente, ésta es la semana durante la cual puedo descubrir toda la gracia que se me ofrece. La tentación me dice que es algo que hice en el pasado; que ya pasó; lo confesé; fui perdonado; y no debo seguir pensando en eso, porque no volverá a suceder. ¿Para qué seguir pensando en viejas penas? Puedo pedir la capacidad de entender el patrón o los patrones que llevan al pecado. Quizás pueda descubrir que el corazón de este pecado no era el sexo, por ejemplo, sino un escape de mí mismo, de la soledad o del dolor que estaba sintiendo. Quizás reciba la gracia de poder ver, en esta exploración de la fe, que mi pecado más grave fue no haber recurrido al Señor en los momentos de necesidad; no comprendí, y  ni siquiera escuché lo que la gracia me pudo haber proporcionado en ese momento. Cuando estoy atribulado, hago algo para llenar el vacío, para escapar del dolor, para ocultar el error, para mediatizar aquí y allá. Quizás pueda ver un patrón en mi rechazo a aceptar la cruz de mi vida – morir para mí mismo – porque no he aceptado la profundidad de la libertad que se me ofrece con la muerte del Señor en la cruz, para mi salvación. Y lo que puede llevarme a esta certeza es el deseo de conocer el inmenso abrazo de amor que se me ofrece cuando todo está abierto a la luz del amor de Dios.
Durante toda esta semana, con cada descubrimiento, será importante seguir uniendo los puntos para formar una imagen de mí mismo, amado por Dios. De vez en cuando, si penetro profundamente en los patrones de mi conducta, descubriré una imagen de mí mismo que es complicada, a menudo inconsistente, muy desordenada, muy poco atractiva hasta para mí mismo. Me sentiré sobrecogido por el misterio de cómo Dios puede amar a alguien que ha sido un sirviente tan irresponsable, alguien que tiene un corazón tan dividido. Es aquí donde Dios se revela. Es precisamente aquí donde descubrimos quienes somos, y es aquí donde descubrimos nuestra necesidad de un Salvador. 

 El orgullo no deja mirarnos con sinceridad y puede impedirnos mirar nuestra realidad del pecado.

No evites esta semana por temor a que sea “negativa”. Te perderías de una tremenda gracia. Una manera de evaluar los frutos del retiro en esta semana es preguntar si estoy creciendo en mi experiencia del amor de Dios, en el sentido de gratitud por ese amor, en el sentido de mi persona como pecador amado. El enfoque no será sobre nosotros, sino sobre Aquél que desea llenar nuestros inquietos corazones.
 Esta semana oramos personalmente con Jesús, quien sale al encuentro de aquellas personas que son lo suficientemente sinceras como para admitir sus enfermedades, sus impedimentos y sus heridas. Antes de que Jesús se reúna con esas personas para sanarlas, deben encontrarse humildemente consigo mismas. Tienen que encarar la verdad de su propia condición personal. Al rezar sobre nuestros pecados y los patrones que nos hacen ser impersonales,  nosotros, como el Hijo Pródigo, debemos primero recuperar el sentido y regresar a nuestra esencia. Jesús sale al encuentro de quienes primero se han encontrado consigo mismos. La verdadera libertad bien vale el tiempo que toma estar sentados a los pies de Jesús para ser consolados en medio de nuestro desconsuelo.

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EL TEMA PARA REFLEXIONAR ESTA SEMANA ES
PORQUE NECESITAMOS SER SALVADOS
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EJERCICIOS

LA GRACIA DE ESTA SEMANA
Que pueda tener conciencia clara de mi propia oscuridad y la necesitad que tengo de redención.
Oración
SENOR  Ayúdame a vivir una experiencia de tu amor misericordioso que no tiene límites. Permíteme  conocer con mayor profundidad mi propia realidad mientras me bañas con tu perdón para que pueda experimentar la gracia de la SALVACION.
(Pidamos a Dios Liberarnos del orgullo que nos lleva a pretender lo que no somos mostrando una imagen falsa de mi mismo )

Dia 1
Podemos imaginar a Pablo en su desesperación al no entender sus propias acciones e identificarnos con él, tomando como nuestras sus palabras: “Hago  lo que no quiero y dejo de hacer lo  que quiero”.
¿Hay algún área de pecado o de tendencias desordenadas o compulsivas que al parecer me dominan? O que tengo dificultad en entregarle a Dios?
¿Puedo ahora entregar esa área de mi vida al Señor sabiendo que Su Gracia me es suficiente?¿Puedo manifestar deseos sinceros de rendirme ante mi impotencia? ¿Puedo pedirle a Dios que redima la oscuridad dentro de mí? 
Es importante reconocer que nada puedo sin su ayuda, y no puedo alejarme del pecado sin su Gracia.
Dia 2

Leer Lucas 5:17-26 CLIC PARA TEXTO BIBLICO

Hoy traigo delante del Señor  mi lado oscuro, el área donde me siento más atrapada o perdida.  Le pregunto: ¿En que área de mi vida donde hay oscuridad te gustaría acompañarme hoy Señor?
 Esta oscuridad de mi alma puede ser un área de pecado o sentimiento negativo hacia mí, hacia los demás o hacia Dios. Puede ser un rechazo a amar o una dificultad de abrirme a Dios o a alguien más.
Y me abro completamente a hablar a Dios como mi Padre, Jesús mi amigo o Espíritu Santo mi guía, en una comunicación sincera acerca de esto. Me imagino delante de Jesús y le digo que incluso delante de El me cuesta trabajo abrir ese tema. Trato de estar atenta al deseo de Jesús de decirme que El me comprende,  que me quiere sanar, liberar y perdonar según yo necesite. Le expreso mi gratitud por su gracia y su AMOR.


Mi oración es para crecer en conciencia de la necesidad de renunciar al desorden en mi interior, en la  manera como vivo o actúo. ¿A que me invita Dios a cambiar o dejar ir? ¿Por qué me he dejado atrapar en ese desorden particular? ¿Cómo he hecho  más pesada mi cruz?
¿Qué puedo hacer para liberarme? ¿Cuál es el  primer paso? Escucho a Dios y comparto con El mis reacciones.
Voy a Jesús y le pregunto si hay algo (más profundo que pensamientos, palabras o acciones), un desorden en los sentimientos de mi corazón, una prioridad mal ordenada, una negación a aceptar la vida como Dios me la ofrece, una tendencia de vivir para mí mismo, algo que no quiero dejar ir que me hace no  poder amar, en fin, le presento aquello que me hace presentarme delante de Él con arrepentimiento y dolor.
Dia 4
Leer Marcos 10,46-52 CLIC PARA TEXTO BIBLICO

Jesús le pregunta al ciego: “Que quieres que haga por Ti?”. Ponte en el lugar de aquel ciego, y siéntete identificado con El de alguna manera.  ¿Qué le respondes a Jesús?
Jesús te quiere libre, viviendo en  plenitud y amando, El  puede iluminar con su verdad toda tu oscuridad para que veas, te quiere redimir y sanar. Se presenta delante de ti para ofrecerte su ayuda. Disponte “pedir y a recibir” de tu amoroso Padre Dios que te habla de cerca, que se detiene ante tu necesidad.
Dia 5
 ¿Cuáles son  las fuerzas que provocan tensiones en mi corazón? ¿Acaso podré identificar las inclinaciones  latentes que habitualmente e instintivamente obran dentro de mí en contra de  los deseos de Dios? ¿Podría yo nombrar mis limitaciones más básicas?
Me presento delante de Jesús para recibir la gracia y su amor comprensivo.

Dia 6
Leer Isaías 30.18-19 CLIC LECTURA BIBLICA

Repetición